viernes, 1 de abril de 2011

MALVINAS:La guerra como forma de legitimación

   El fracaso del proyecto económico, el desprestigio del gobierno, la débil unidad de las Fuerzas Armadas y el despertar de la sociedad civil son los elementos principales que rodean la aventura de Malvinas. Ésta cambió favorablemente el escenario político pero no por mucho. El desembarco del 2 de abril conmovió a todo el país y unificó a todos los sectores detrás de la reivindicación histórica. El régimen se lanzó en una operación audaz e irresponsable a la conquista del consenso y al fortalecimiento de la unidad militar.



   La adhesión de la sociedad fue total y se produjo un cambio notable en la relación con los actores primordiales de la sociedad civil. Dos hechos son reveladores de esta mutación: por un lado el objeto de una reprovasión masiva durante el acto de la CGT el 30 de marzo a recibir el apoyo público en la Plaza de Mayo setenta y dos horas más tarde, y por otro, la opositora clase política, tanto su al moderada como la dura, acortó las distancias que las separaban del régimen militar, cuando ingresó el viernes 2 de abril a la casa de gobierno para exteriorizar su conformidad por la recuperación de las Malvinas.
   Hoy no caben dudas, la expedición fue lanzada sin ninguna preparación militar y no una apreciación errónea sobre las posibilidades de apoyo que brindarían los Estados Unidos.País que tomó partido por Inglaterra contra la Argentina, eligió un aliado en lugar de otro, o una alianza -la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) - en lugar de otra - el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recé3proca).-
   El conflicto austral acabó con las intenciones de Galtieri de eliminar, según su primer discurso presidencial, las "zonas grises de la política exterior."
   El día del desembarco, una multitud calculada den diez mil personas se concentró en la Plaza de Mayo para celebrar la "exitosa hazaña". La oportunidad fue más que propicia para que el presidente Galtieri saliera a los balcones de la Casa de Gobierno y, ante el júbilo del público, diera un discurso.
   La rendición de las fuerzas argentinas el 14 de junio daba por terminada la aventura del Atlántico Sur. Concluía e intento de otorgar legitimidad del régimen militar a través de la guerra. El fracaso, que en buena medida arrastró a los partidos que se cohesinaron detrás del "objetivo patriótico", desprestigió aún más a los militares y apresuró la descomposición del orden  autoritario.

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