A fines de 1979 todo hacía pensar que el general Viola era el candidato presidencial aceptado unánimemente por las Fuerzas Armadas para ocupar el centro del poder durante el período de 1981_1984. Con paciencia y habilidad, Viola trabajó en esa intención desde la jefatura de su fuerza. Con la designación de general Galtieri, en diciembre de 1979, como comandante en jefe de la armada de presumía garantizada la línea Videla_Viola en el liderazgo del Ejército, peor las señales de la realidad fueron rápidamente otras. En dos años, Galtieri clausuró aquella línea de conducción en las filas del Ejército, con los oficiales que pasó a retiro y con la destitución del presidente Viola en 1981. Los puntos de referencia pasaron a ser otros y ya en marzo de 1980 los indicios provenientes de la corporación mi8litar y de los sectores económicos vinculados a Martínez de Hoz daban cuenta de la disconformidad que generaba el candidato presidencial. El resultado fue la crisis internma del Estado autoritario.
El 29 de marzo de 1981, cinco años después de la intervención militar, el general Roberto Viola asumió la presidencia de la Nación. Su gobierno adquirió un carácter polémico, cuestionado desde las propias filas de la institución militar. El "golpe" contra Viola comenzó, en realidad, antes que asumiera el cargo presidencial, cuando los sectores opositores buscaban condicionar la autoridad y el margen de maniobra del futuro gobernante, a través de una serie de medidas económicas que se tomaron al final del ministerio de Martínez de Hoz y mediante la presión de los segmentos duros de las Fuerzas Armadas, que rechazaban cualquier posibilidad de una apertura política. Con estas referencias de administración Viola ingresó en el escenario nacional con cierto desgaste, sin la plenitud de poderes, con una Junta Militar vigilante y con un "período de gracia" reducido. El peso del segundo presidente militar fue fugaz; ocho meses y doce días de los cuales los últimos veinticuatro fueron ejercidos por el ministro del Interior a cargo del Poder Ejecutivo.
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